Características evolutivas de la juventud
La palabra “juventud” se ha asociado siempre a significados atractivos para cualquiera: vitalidad, ideales, posibilidades... De hecho, todo el mundo desea ser joven, porque la juventud además de una etapa biológica por la que todos pasamos, es una actitud vital que nadie debería abandonar. Pero ¿en qué consiste ser joven?
La juventud no es simplemente un estado evolutivo de la persona. La juventud es, ante todo, un valor, es una actitud profunda ante la vida, de ilusión, optimismo y fuerza moral.
La juventud es la etapa de los grandes ideales: ambiciones buenas y muchos proyectos personales. Pero estos ideales propios de los jóvenes no terminan necesariamente en esta etapa, sino, por el contrario, pueden arraigar en la propia personalidad y permanecer a lo largo de la vida. La juventud empieza, desde el punto de vista biológico, en el momento de la adolescencia.
Lo propio del adolescente es que se encuentra en un momento de transición: no es un niño pero tampoco es un adulto. La adolescencia es un paso:
El autismo a la apertura a los demás.
De la rebeldía en función del capricho a la rebeldía en función del deber.
Del conformismo superación personal.
Del individualismo al comportamiento solidario.
De la autosuficiencia a la disposición para aprender de los demás y para aceptar ayudas.
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